top of page

Técnicas De Prevención Y Acción En Caso De Conductas Suicidas

ree

Cada vez hacen más talleres para prevención del suicidio en mi escuela. Y es una mierda porque siento cómo todo el mundo me mira disimuladamente. Mientras finjo tomar notas o estar distraída, 38 miradas se pegan a mi nuca como si el final del reality estuviese pasando entre mi cuero cabelludo.

—¿Puedo ir al baño? —pregunto.

—Eva... Mmm, creo que el tema que estamos viendo es importante —contesta el profesor Marcos.

—Es una... emergencia femenina —agrego en tono suplicante, a lo que el profesor solo comenta un “oh” y me da una señal para que salga.

Tomo mis cosas y me voy. Porque, obvio, no pienso volver, pero eso es algo que no necesitan saber. Me escondo en las gradas del gimnasio y enciendo un cigarrillo para calmarme.

En otros tiempos, hubiera creído que es solo un efecto placebo y el cigarrillo en realidad no tiene nada que ayude a la relajación. Hoy ruego con todas mis fuerzas que el efecto placebo siga funcionando en mí. No quiero volver a la clase. Cada maldito video sobre el suicidio es un recordatorio constante de “si hubiera hecho...”, “si hubiera dicho...”, “si hubiera sabido que...”. Y eso no es más que una tortura porque nadie vive de los hubiera. Y no tiene sentido que sepa esa información porque Rafael ya no está, y no voy a recuperarlo ahora que sé los 10 signos de alarma en un suicida.


No volverá a mí jamás.

FIN

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page